Monday, June 12, 2006

animal nitrate

" Plutarco cuenta que un día Pirro hacía proyectos de conquista: "Primero vamos a someter a Grecia", decía. "¿Y después?", le pregunta Cineas "Ganaremos África". "¿Y después de África?""Pasaremos al Asia, conquistaremos Asia Menor, Arabia". "¿Y después?""Iremos hasta las Indias". "¿Y después de las Indias". "¡Ah!", dice Pirro, "descansaré". "¿Por qué no descansar entonces, inmediatamente?", le dice Cineas.

Cineas parece sabio. ¿Para qué partir si es para regresar? ¿A qué comenzar si hay que detenerse? Y sin embargo, si no decido en primer término detenerme, me parecerá aún más vano partir. "No diré A", dice el escolar con empecinamiento. "¿Pero por qué?""Porque después de eso, habrá que decir B". Sabe que si comienza, no terminará jamás: después de B será el alfabeto entero, las sílabas, las palabras, los libros, los exámenes y la carrera; a cada minuto una nueva tarea que lo arrojará hacia una tarea nueva, sin descanso. ¿Si no se termina nunca, para qué comenzar? Aun el arquitecto de la Torre de Babel pensaba que el cielo era un techo y que lo tocaría algún día. Si Pirro pudiera extender los límites de sus conquistas más allá de la tierra, más allá de las estrellas y de las más lejanas nebulosas, hasta un infinito que sin cesar huyera ante sí, su empresa sería insensata, su esfuerzo se dispersaría sin jamás recogerse en ningún fin. A la luz de la reflexión, todo proyecto humano parece, por lo tanto, absurdo, pues no existe sino asignándose límites, y esos límites, se los puede siempre franquear preguntándose con desdén: "¿Por qué precisamente aquí? ¿Por qué no más allá? ¿Por qué razón?" "He descubierto que ningún fin vale la pena de ningún esfuerzo", dice el héroe de Benjamín Constant. Así piensa frecuentemente el adolescente cuando la voz de la reflexión despierta en él. El niño se parece a Pirro: corre, juega sin plantearse problemas y los objetos que crea le parecen dotados de una existencia absoluta, llevan en sí mismos su razón de ser. Pero descubre un día que tiene el poder de superar sus propios fines: no hay más fines; y no existiendo ya para él sino vanas ocupaciones, las rechaza. "Los dados están cargados", dice y mira con desprecio a sus mayores: ¿cómo les es posible creer en sus empresas? Son engaños. Algunos se matan para poner fin a ese señuelo irrisorio, y ése es, en efecto, el único medio para terminar. Pues en tanto que permanezca vivo, es en vano que Cineas me hostigue diciéndome: "Y después? ¿Para qué?"A pesar de todo, el corazón late, la mano se tiende, nuevos proyectos nacen y me impulsan adelante. Los sabios han querido ver en ese empecinamiento el signo de la irremediable locura de los hombres; pero una perversión tan esencial, ¿puede ser aun llamada perversión? ¿Dónde encontraremos la verdad del hombre, si no en él mismo? La reflexión no puede detener el impulso de nuestra espontaneidad.

Pero la reflexión es también espontánea. El hombre planta, lucha, conquista, desea, ama, pero siempre hay un "¿y después?"Puede que, de instante en instante, se arroje con ardor siempre renovado a nuevas empresas: así Don Juan no deja a una mujer sino para seducir a otra; pero aun Don Juan se fatiga un buen día.

Entre Pirro y Cineas, el diálogo vuelve a comenzar sin fin...."


[...]


Simone de Beauvoir -- ¿Para qué la acción?, primera parte.





according to the world, mientras, el 75% de la diversidad genetica de los cultivos se ha perdido durante el ultimo siglo, es decir, que de las 7.000 y 10.000 especies que necesita el ser humano para sus necesidades solo cultiva 150; tambien celebramos el dia mundial contra la explotacion infantil, es decir, que dejamos de producir cultivos y dejamos de producir infancia, todo sea por el progreso mundial.

a todo esto, me siguen subyugando las declaraciones del señor don leandro de borbon, a colacion de ese baño de masas de la infantilla leonor en la virgen de atocha hace unos dias.
el hombre, muy preocupado al ver que doña leti, despues de dar la mano a ordas de señoras del populacho ( sin lavarselas se presupone), analiza la secuencia concienzudamente en su salon ( vaso de licor + puro de los buenos mediante, hay que situarse en escena...) y ve que, tras la emocion del momento, la madre le toca la boca a la niña, y raudo y presto llama a la seccion de protocolo de zarzuela preocupadiiiiisimo por la higiene de su biznieta-sobrina, increpando que, por dios no le toque la boca a la niña y le introduzca los pestilentes dedos que han tocado miles de manos, mas pestilentes aun, de meros espectadores plebeyos, que a saber que coge la cria indefensa....!!!!

pues eso, que las cosas van hacia delante, como siempre :D


#listen to: cooper -- rabia

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